27 de abril de 2017

GUADALCANAL






Ayer miércoles tenía apalabrada mi asistencia a los actos de la feria del libro del instituto de secundaria de la memorable, amada y hermosa localidad de Guadalcanal, con el amigo Meño y no falté. Pese a la razón de peso que me aqueja estos días. 
Lo digo por aquel accidente que sufrí el jueves pasado y que resistí hasta saber que me rompí/astillé el peroné, en la visita al médico que hice el lunes, ante tanto dolor, hinchazón, morado... Que uno resiste ya casi todo y huye de galenos como de la peste.
Fue un acto agradable y sorprendente para mí. Debido al accidente no llevaba preparado casi nada. Así que dije lo que buenamente pude del origen del libro, de la lengua como materia de arte y pensamiento y de todo ser humano si me apuran...
Luego presenté mi obra editada, que me sorprendió fuera ya larga, oye. 
Incluso llevé uno de los últimos cuadernos de notas y un libro pirata, editao en la India y que recibí hace poco. Es el Apólogos de Luis Martín Santos, editado dos veces por Seix Barral, que sepa. Una curiosa edición pirata que incluso conservaba anotaciones, en inglis y a mano, de los editores que ni se molestaron en borrar.

Y dejo acá. Como en muchas entradas las voy a escribiendo en varias dedicaciones. 
Agradezco al amigo Eugenio Santos Rafael, a la gente que organiza la feria del libro en el instituto de Guadalcanal, a los asistentes todos, profesores, alumnos y otras personas comprometidas con el centro, su asistencia que para mi fue sorpresa por lo abundante y atenta, deferente, amable. En el poco tiempo que tratamos, que ni lo medí, pero que no creo que superara la hora.
Esto es un borrador.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.